7.1 El estudio de la movilidad social

Como señala Carabaña (1997) en el estudio de las clases sociales existen dos grandes abordajes posibles: considerar a la clase como una variable independiente o como una variable dependiente. El primero de estos abordajes fue retomado en el Capítulo 7, denominado por el autor como análisis de clase, nos permite comprender cómo los comportamientos sociales pueden ser explicados desde el posicionamiento de clase. Por el contrario, el segundo enfoque, denominado por Carabaña como teoría de clases, hace referencia a las explicaciones sobre el surgimiento, la reproducción y la transformación de las clases sociales.

Si bien el mismo no aclara si los estudios de movilidad social se engloban dentro de este segundo abordaje, podemos así considerarlo, ya que nos permite el análisis de las transformaciones y reproducciones dentro del sistema de estratificación. El estudio de la movilidad social nos ayuda a comprender cuánto cambio la estructura de clases respecto a la de generaciones pasadas, así como qué rasgos de la estructura actual se mantienen tal como existían en el pasado.

Vale señalar que el estudio de la clase social como variable dependiente no se acota al análisis de la movilidad social, sino que otros factores pueden ser considerados como explicativos de la misma, tales como la dinámica demográfica, los cambios tecnológicos, las políticas económicas, etc.

7.1.1 ¿Qué es la movilidad social?

El estudio de la movilidad social adquiere sentido dentro del campo teórico de la estratificación social (Cortés & Solís, 2006), ya que el primer paso es tener noción sobre cómo la sociedad se estructura en grupos o clases. Siguiendo la clásica definición de Lipset y Bendix (1963, p. 18), podemos entender a la movilidad social como el “proceso por el cual los individuos pasan de una posición a otra en la sociedad”. Al referirnos a posición, la literatura admite varias nociones: clases sociales, ocupaciones, niveles de ingresos, niveles de riqueza, niveles de condiciones de vida, niveles educativos, etc. Asimismo, la movilidad puede medirse en términos intergeneracionales (cambios en la posición de los hijos respecto de los padres) o intrageneracionales (cambios en la trayectoria de clase en la vida de la persona). En esta unidad nos centraremos en la movilidad intergeneracional de clase.

En forma simplificada, los estudios clásicos de movilidad social planteaban el abordaje de tres instituciones centrales en la vida de las personas: la familia, la educación y el mercado de trabajo. Esto derivó en lo que se denominó como “triángulo de la movilidad”.

Gráfico 7.1: Triángulo de la movilidad

Triángulo de la movilidad

Generalmente las investigaciones realizadas en este campo han hecho foco en algunas de las relaciones planteadas en dicho triángulo. La mayor parte de los estudios de movilidad se han centrado en la influencia del origen de clase sobre el destino de clase, considerando a la educación con un aspecto a controlar e influyente. Mientras menor sea la influencia del origen de clase sobre el destino y sobre el logro educativo, y mayor el impacto del nivel educativo alcanzado sobre el destino de clase, se estará en mayores condiciones de plantear una situación de igualdad de oportunidades para los individuos. Por el contrario, un mayor peso de las condiciones de origen sobre el logro educativo y el destino de clase señala una mayor reproducción en las desigualdades de condiciones y una menor igualdad de oportunidades. Mientras que los teóricos estructural funcionalistas hicieron más foco en la primera de estas situaciones, los enfoques críticos desde la teoría de clases hicieron hincapié sobre el segundo aspecto.

Sin embargo los estudios de movilidad social no se han centrado únicamente en el análisis de la influencia del origen social y el logro educativo sobre el destino de clase, sino que también se han incorporado otras dimensiones intervinientes: género, edad, etnia, país de nacimiento, entre otros.

7.1.2 Enfoques funcionalistas

La sociología de la movilidad social nace al calor del debate sobre la igualdad y en el seno del estructural-funcionalismo. Sus bases conceptuales se sustentan en la concepción liberal del orden social. Acorde con la teoría de la estratificación, la visión liberal-funcionalista comprendía a la sociedad como un campo continuo y homogéneo formado por individuos que desempeñan funciones de más o menos prestigio y remuneración, y que presentan amplias posibilidades de movilidad (Cachón Rodríguez, 1989; Kerbo, 2003).

Los primeros estudios de movilidad llevados a cabo por encuestas tuvieron lugar en el período de la segunda posguerra y sus preocupaciones giraban en torno a los niveles de movilidad que presentaban los distintos países y sobre la forma que la misma asumía. La tabla de movilidad —como se ilustra tabla siguiente—, para esta generación, constituye el insumo central para el estudio del fenómeno, conteniendo la misma la información sobre la posición social de las personas a las cuales se encuestó y la posición de su familia (generalmente del padre) cuando éstas tenían alrededor de 15 años (Breen, 2004, p. 3):

Gráfico 7.2: Ejemplo de tabla de movilidad (Dalle, 2016, p. 106)

Ejemplo de tabla de movilidad [@Dalle2016, pp. 106]

Posteriormente, una segunda oleada de estudios de movilidad social, iniciada con la obra The American Occupational Structure (Blau & Duncan, 1967), marcaron un nuevo rumbo teórico y metodológico en el campo. En primer lugar, Blau y Duncan plantearon un abordaje del fenómeno de la movilidad social considerándolo como parte del “proceso de estratificación”. De este modo descompusieron el concepto en sus elementos constituyentes, es decir, en la posición de origen y de destino. Ya no enfocaron el problema desde el estudio de los patrones de movilidad, sino a partir de los efectos que las características adscriptivas presentaban sobre el logro ocupacional. En términos operativos, la preocupación rondaba en torno a cómo diversos factores intervinientes (principalmente, la educación) y las contingencias de la carrera ocupacional podían modificar la influencia de los orígenes sociales sobre los logros ocupacionales de los sujetos.

Gráfico 7.3: Modelo básico de logro de estatus (Blau & Duncan, 1967, p. 170)

Modelo básico de logro de estatus [@Blau.Duncan1967, pp. 170]

El trabajo de Blau y Duncan resaltaba tres aspectos:

  1. La utilización como criterio clasificatorio de un índice socio-económico (SEI)12. Esta elección tenía dos fundamentos. En primer lugar, los autores asumían que la estructura ocupacional se configuraba de una manera más o menos continua, más que en clases discretas y separadas. En segundo lugar, el carácter gradacional era apropiado para la aplicación de determinadas técnicas estadísticas (correlaciones y regresiones) que el modelo analítico requería.

  2. La utilización de la técnica del path analysis (variante de la regresión lineal múltiple) para conocer los efectos directos e indirectos que ejercen cada una de las variables.

  3. Las conclusiones sobre la preminencia de los procesos de movilidad social en la sociedad estadounidense. The American Occupational Structure sentó una serie de conclusiones que demostraban que Estados Unidos era un país en el que el mérito era el principal motor de ascenso social. El nivel educativo de los encuestados era considerado como la principal variable explicativa, por sobre las características de origen (Blau & Duncan, 1967, pp. 155, 169–170).

7.1.3 Enfoques de clase

A partir de los años ’70, con el rompimiento del consenso ortodoxo estructural funcionalista, se abre una puerta al pluralismo sociológico en el campo de la movilidad social, a partir de la convivencia de diversas escuelas y tradiciones. Estos enfoques hicieron mayor énfasis en las desigualdades de origen y en la comprensión del fenómeno de la movilidad como un aspecto del proceso de formación y acción de las clases. Desde esta perspectiva general, las chances de movilidad social estarían fuertemente determinadas por las condiciones de origen (Kerbo, 2003, p. 156). Asimismo, muchos autores además de situar este abordaje en continuidad con la tradición weberiana, acuerdan que también en los escritos de Marx podría encontrarse cierta preocupación por el fenómeno de la estructura de la movilidad y las desigualdades de origen (Kerbo, 2003, p. 155).

La mirada de John Goldthorpe fue una de las más relevantes dentro de este enfoque. Para este autor, la movilidad social es un fenómeno que ocurre en la estructura de clases, es decir, dentro de las relaciones laborales, y no en un continuo de prestigio, estatus o recursos socioeconómicos. Desde el campo técnico también se avanzó a pasos agigantados, al comenzarse a utilizar los modelos loglineales. Esta técnica permitió el tratamiento estadístico para evaluar la asociación entre los orígenes y los destinos, a partir de variables discretas, es decir, habilitando la posibilidad de utilizar clasificaciones basadas en esquemas de clases sociales. Este tipo de análisis habilitaba el abordaje multidimensional, acercándose de este modo a las características que proponía el path analysis, incorporándose al análisis las variables de educación, cohorte, género y/o país.

Uno de los grandes aportes a los que Goldthorpe y su equipo arribó, a través del Proyecto Comparative Study of Social Mobility in Industrial Nations (CASMIN) que recopiló una serie de encuestas sobre movilidad social de los países con mayores niveles de industrialización de Europa (sumando a Japón y Estados Unidos) de alrededor de la década del ’70, fue que la condición de clase de origen, a diferencia de lo postulado en los abordajes funcionalistas, aún continúa teniendo efectos sobre el destino de las personas, y que esto debe ser explicado a partir de las ventajas y desventajas que se asocian a cada posición de clase (Erikson & Goldthorpe, 2002).